domingo, 8 de octubre de 2017

Reseña: Nunca digas siempre


Título: Nunca digas siempre
Autor: Jennifer L. Armentrout
Editorial: Puck (Ediciones Urano)
Nº de páginas: 544
ISBN: 978-84-96886-62-9
Género: Realismo





Sinopsis:
Ella aprendió que el silencio era su mejor arma.
Él juró que siempre la protegería.
Ambos comparten un terrible pasado, que los llevó a forjar un vínculo indestructible. O eso creían ellos. Porque sus caminos se separaron abruptamente hace cuatro años.
Mallory y Rider llevan todo ese tiempo tratando de superar las terribles experiencias vividas en un hogar de acogida. Intentando construir un futuro. Tratando de olvidar. Pero ahora, justo cuando creían estar dejando el pasado atrás, Mallory y Rider acaban de reencontrarse en el instituto y descubren que el intenso vínculo de la infancia sigue ahí... al igual que las heridas. Enfrentados a la fuerza de sus sentimientos, Mallory y Rider deben decidir si seguir aferrados a las mismas armas que les ayudaron en el pasado o arriesgarse a construir algo nuevo en un futuro incierto.



¡Hola a todos y bienvenidos de nuevo un día más! Hoy como ya habréis visto os traigo la reseña de Nunca digas siempre. Jennifer es una de mis autoras favoritas, y esto es porque ninguno de sus libros me ha decepcionado hasta ahora, siempre acabo cogiéndole mucho cariño a todos los personajes. Así que tenía muchas esperanzas puestas en este libro, y os puedo asegurar que ha superado mis expectativas.

La historia esta narrada desde el punto de vista de Mallory. En el comienzo del libro se nos presenta a la propia Mallory en un momento bastante complicado de su infancia, y así se nos da a entender  el por qué de sus actuales miedos y problemas. En los siguientes capítulos, ya podemos conocer a Mallory  de adolescente, con 17 años. Ella lleva cuatro años viviendo con sus padres adoptivos, ambos médicos, ella siempre ha estudiado en casa, pero decide que quiere estudiar el último año en el propio instituto. Mallory sabe que no será fácil, que los primeros días serán los peores, tendrá que conocer gente nueva y enfrentarse a su miedo, no hagas ruido, se repetirá varias veces en su cabeza.

Él primer día de instituto se encontrará con una cara conocida, alguien a quien jamás podría haber olvidado, Rider estaba allí, el mismo que la había protegido las veces que hubiesen sido necesarias sin esperar nada a cambio, aquel que era capaz de calmar su miedo, aquel que había recibido grandes palizas y las seguiría recibiendo si eso significaba que ella estuviese a salvo. Recuerda, no hagas ruido. Rider no ha tenido tanta suerte en la vida, ahora vive en lo que para la gente de allí es un "mal barrio", pero sigue siendo el mismo niño que una vez fue, su promesa sigue estando en pie.

Antes de comenzar el libro, pensé que me iba a topar con una protagonista débil incapaz de enfrentarse a sus miedos, pero cuando finalmente lo comencé me di cuenta de que estaba totalmente equivocada, y que en 500 páginas evoluciona de una manera increíble y fascinante, es capaz de vencer todos sus miedos iniciales, consigue la fuerza suficiente para callarle la boca a quien haga falta. En cambio, Rider que ha pasado por muchas cosas bastante malas en aquella casa, lo ha superado todo y bastante bien, después de tanto tiempo, cuando se reencuentran es como si nada hubiese cambiado, su amistad seguía igual de fuerte que cuando tuvieron que separarse. Rider es un personaje al que se le coge mucho cariño, y la verdad, me he quedado con ganas de saber algo más de él.

Si hay algo que siempre se debe destacar en los libros de esta autora es la profundidad de los personajes y lo fácil que te atrapa la historia. Se nota mucho el tiempo que ha invertido la autora en darle personalidad a cada uno de los personajes, cada cual es diferente, tienen su propia manera de expresarse, y eso es realmente lo que me fascina de este libro. No solo conoces bastante bien a los personajes principales, si no también a los secundarios, que te acaban robando un pedacito del corazón.

En definitiva, Nunca digas siempre, es un libro que os recomiendo muchísimo. Es una historia que se centra en el algo más que en el amor, la amistad. Es una lectura muy fresca, que te mantiene enganchado desde la primera página, gracias a la escritura de la autora y a el cariño que se le coge a los personajes. Al cerrar el libro seguro que te dejará con muy buena sensación, o eso por lo menos me pasó a mí. 






Att: Natalia

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